Vuelta al Monte de Valdilecha

Como ya había ganas de hacer la primera carrera de la temporada, ayer nos presentamos en el madrileño pueblo de Valdilecha, Lolo, Moro y yo (después vimos y saludamos a Mig muy bien acompañado por la family). Están de fiestas patronales y uno de los actos que realizan es una tradicional y muy modesta (aunque encantadora) carrera popular.
Aquí la participación es baja para lo que nos estamos acostumbrando últimamente. Alrededor de 120 participantes. Me imagino que el perfil, la fecha y el que no se publicite demasiado no ayuda demasiado.
La inscripción es gratuita. A las nueve de la mañana, en un par de mesas, comienza la organización a inscribir y repartir los dorsales. Hoy no se reparten chips, pero es que ni tan siquiera te llegas a acordar de ellos por innecesarios. Tampoco existe arco de salida y meta. ¡Para qué! Los galgos salen delante y los demás nos colocamos donde nos place. En mi caso creo que mi posición de salida varió muy poco con respecto a la de llegada.
Al poco de salir giramos a la derecha y cogemos una de las carreteras que te sacan del pueblo, ¡y sorpresa! . Cuesta de bienvenida a los visitantes. Tres kms. de continua subida donde para no perder la costumbre me descuelgo de Moro que debía ser mi compañía durante buena parte de la prueba. Por suerte le mantengo a vista. El va a cola de grupo y yo un poco más abajo con otro corredor como única compañía. Llegamos a un primer avituallamiento nada más coronar, bebo agua y mi compañía se lanza aprovechando la ligera bajada y posterior llano para dejarme sólo. Creo que lo peor ha pasado y mantengo ritmo. Alcanzo a uno de los corredores que me ha rebasado en la subida. Formamos dueto hasta la siguiente pequeña subida donde esta vez se queda él. Continuo sólo y me voy acercando a Moro que también va en tierra de nadie. Cerca del km. 6 en uno de los continuos toboganes le doy caza. Me dice que le pase y no le espere, pero considero mejor seguir juntos y aprovecharnos el uno del otro para finalizar lo mejor posible.
Vamos recortando con un grupo de delante, y al paso por el segundo avituallamiento los tenemos a tiro. Nosotros apenas hemos bajado ritmo para beber y ellos están muy cerca, pero las distancias se mantienen. Siguiente subida y siento que el cordón de la zapatilla izquierda se me ha desatado. Aguanto hasta el final de cuesta, le digo a mi compi que siga y paro a atarmela. Tardo muy poco, y continuo corriendo. Moro se me ha vuelto a escapar y por detrás oigo otro corredor que se acerca y me rebasa. Escucho otros dos más, pero sólo me rebasa uno de los dos de aquí al final. Un final en el que corres como si estuvieses haciendo series. Cerca de dos kms. de fuerte pendiente descendente. Alcanzo un mejor ritmo de 3:03 min/km según el Garmin. Y una sensación rarísima. Voy perfecto de piernas para lo rápido que estoy bajando y los duros kms. anteriores. Finalizo los 11 kms. en 47'22" a una velocidad media de 4:18 min/km.
Me reencuentro con Moro con el que hablo un poco hasta que llegan Mig y Lolo. Comentamos lo mucho que nos ha gustado la prueba, despedimos a Mig después de hacernos una foto de grupo, y pasamos a refrescarnos a un bar-restaurante muy taurino, con su cabeza de toro e infinidad de fotos de matadores y artistas varios.
Dos cervecitas sin alcohol después, cogemos el coche y abandonamos este bonito pueblo, camino de Coslada.