domingo, 14 de febrero de 2010

Media de Fuencarral-El Pardo 2010

Mañanita de frío. Esperando en la calle a que nos recogiese Moro (que llega tarde para no perder la costumbre), estamos Lolo y yo. Nos plantamos con el coche en las inmediaciones del Polideportivo de Santa Ana, donde esperamos la llegada de Sergi. Estaba también inscrito Entorviscao, pero molestias físicas le impiden participar.
Este año dieron el chip y el dorsal al inscribirnos, por tanto no perdemos el tiempo que perdimos el año anterior para recogerlos. Nos da una pereza increible el quitarnos la ropa de abrigo y ponernos de corto para el inicio de la prueba. Pero hay que hacerlo. Zapatillas bien anudadas, chip en su lugar, el dorsal bien visible, las pantorrilleras de compresión que hoy hacen función de abrigo... Nos encaminamos a línea de salida, y se repite el posicionamiento de otras carreras. Lolo y Sergi se quedan atrás en el pelotón, y Moro y yo buscamos comenzar desde más adelante.
Salimos 15-20 segundos después del pistoletazo.
Salida del pueblo donde ya nos hemos comido el hito del primer kilómetro, pero oímos que se ha empezado a rodar a 4'17". Desde el km. 2 ya no nos perdemos ninguno. En el km. 3 pasamos en 12'03", y como la bajada invita llegamos rápido al km. 10 por debajo de 40', en concreto 39'50". Un 10.000 con estas características sería el sueño de cualquiera de nosotros.
En el 12,5 dejamos el terreno llano, giramos a la derecha, y oímos a uno del grupo que ibamos formando decir: -"empieza la carrera".
Primera de las subidas importantes que tenemos que encarar. Aquí ya voy con alguna molestía intestinal, llegando a pensar que rodeado de tanto árbol, si me tuviese que ausentar momentaneamente de la carrera, que mejor sitio que allí. A todo esto, Moro apretándome: -"no bajes el ritmo", -"no pierdas a este"... Le cuento la molestia que llevo, y me dice que él también va igual, pero desde los primeros kilómetros. Este hombre siempre tiene que quedar por encima. ¡Pues nada, sufriremos!
El último avituallamiento lo tenemos en el km. 16, y al pasarlo llega un terreno con una bajada muy favorable, aprovecho para hidratarme y tomar un gel. Aquí ya me dice Moro que no anda bien de la pierna izquierda, y que siga yo, pero no voy cómodo, si de piernas, pero me está traicionando el desayuno de esta mañana.
Salimos del Monte del Pardo, y cogemos la Avd. Monasterio de Silos en subida. Ya sabemos que se nos tiene que dar muy mal para no llegar. Por aquí me quedo sólo, y empiezo a sentirme mejor del 19 hasta el final. Entrada en la pista de atletismo, media vuelta por el tartán, y el sprint hoy no es precisamente explosivo. Tiempo final por mi crono de 1h 30' 16". Segundos después llega Moro. Cogemos una bolsa repleta de obsequios, y corriendo otra vez en esta ocasión buscando el baño. ¡Qué mal rato hemos pasado!
Ahora mientras escribo me lamento de los dolores post-carrera y de mi pobre uña amoratada del pie derecho. Todos los años me pasa lo mismo, al subir clavamos mucho los píes contra la puntera, y mis uñas lo pagan.

2 comentarios:

  1. Muy buena la crónica, brother. Hacer los primeros diezmil por debajo de 40' tiene mucho mérito, y más sabiendo lo que viene después. ¿Y qué contar del "enemigo a las puertas"? Jajajajajajaja

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  2. Joder chico, las fotos lo dice todo, y se encima ibamos con apretones pues muy mal, aunque gente piense lo contrario me jodió no correr esta carrera, pero para el próximo año iremos. Sólo una conclusión Moro es humano.

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