viernes, 1 de enero de 2010

San Silvestre Vallecana 2009

Echando la vista atrás recuerdo que correr la San Silvestre era para mí -y alguno más de los compañeros-, un deseo que por unas cosas o por otras no llegabamos nunca a realizar. Planeabamos algún día presentarnos con un disfraz y pasar un buen rato. Pero por aquella época de futbolistas practicantes no imaginabamos, que poco tiempo después nos ibamos a volver unos adictos del running y las carreras populares.
Ayer participamos por cuarto año consecutivo en esta maravillosa carrera. Para la que te tienes que inscribir con muchísima antelación. Pagando 17 euros. Una semana antes ir a recoger la camiseta y el dorsal. El día de la prueba sufrir las aglomeraciones de entrada al cajón de tiempo. A falta de unos minutos para la salida, empezar a recibir las gotas de lluvia que no nos abandonarán en ningún momento de los 10 km de recorrido. Con frío durante los primeros minutos. Con mucha gente que te impide correr como tú quisieras.
Pero con mucha gente animando. Recorriendo al anochecer Madrid, y arrebatandole por unas horas las calles a los coches. Encarando la temida cuesta de Avd. Albufera con una sonrisa. Porque ya llevas un rato en Vallecas. Porque toda la preparación de un año llega a su fin. Y llegas fuerte, pensando que te quedan sólo un par de kilómetros. Y entras en meta jaleado por el público que se está mojando igual que tú. Y paras el crono. Cansado, pero crecido en tú orgullo.
Te reencuentras con los compañeros con una sonrisa en la cara.
Y piensas que la fiesta ha terminado.
Y también sabes que el año próximo te gustaría volver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario